EL VI CRONISTA DE LA CIUDAD: UN BALANCE DE GESTIÓN, 2019


Desde que fui ilegalmente separado de mis funciones como Cronista de la Ciudad de Caracas en el mes de agosto del pasado año 2018, por el Concejo Municipal del Municipio Bolivariano Libertador, mediante una jubilación no solicitada para simular una ausencia absoluta en el cargo que desempeñaba, y  burlar así lo dispuesto  en la legislación municipal que establece la permanencia indefinida del cronista en sus funciones , siempre que no haya motivos que contravengan tal condición de permanencia, asumí el compromiso de seguir en mis responsabilidades de defender a la ciudad, en todo lo que atañe a su historia y patrimonio cultural, hasta tanto no haya una sentencia en firme sobre la demanda de nulidad de jubilación que fue admitida en los tribunales de justicia, relacionada con la violación del debido proceso del cual fui objeto, en el entendido que el propósito de apartarme del cargo de cronista de forma maliciosa, fue para poner en ejecución desde la Alcaldía de Caracas, un plan que intenta cambiar la memoria histórica de la ciudad bajo el eslogan: “Caracas Insurgente”, a lo cual desde luego me opuse rotundamente. Dicho en otros términos, el plan consiste en “descolonizar el pensamiento” que supuestamente han impuesto durante más de dos siglos los historiadores con sus obras sobre la verdad del pasado caraqueño. Esta labor historiográfica, según el criterio de los “especialistas” de la alcaldía, sólo expresa el oscuro y cómplice propósito de seguir ocultando el papel del pueblo. Es con tal maniqueo que pretenden manipular a los caraqueños, haciéndoles creer   que la propuesta de “Caracas Insurgente”, hecha desde las instancias del poder del gobierno, es mostrar ahora “la verdad”; o sea “visibilizar a los oprimidos de la historia”, a fuerza de los maniqueos ideológicos para distorsionar a beneficio de sus intereses políticos, lo que somos y lo que fuimos los caraqueños en la historia. 
          
           Es por tales razones y mientras espero por un pronunciamiento de mi demanda ante los tribunales de justicia, así como la denuncia de este caso que hice llegar a la Comisión Especial que creó la Asamblea Nacional, para aquellos venezolanos que consideren que han sido apartados de sus trabajos por razones políticas, lo que es una violación de los Derechos Humanos, he decidido someter al conocimiento de los caraqueños las tareas o actividades hasta ahora realizadas como cronista oficioso en este año que culmina de 2019.

         Establecidos pues los anteriores alegatos sobre la cesación forzosa en mis funciones de cronista oficial de la ciudad, es que presento esta especie de memoria, para reiterarles que en modo alguno he abandonado por cuenta propia mis responsabilidades. Todo lo contrario, el presente documento es prueba de mi afán de velar por el interés de salvaguardar la historia y tradiciones de la ciudad, así como todo aquello que represente su invaluable patrimonio cultural, ante la cual los caraqueños no se muestran indiferentes y saben perfectamente las graves implicaciones negativas que sobre nuestro pasado e identidad como pueblo, tendría entonces la amenaza y actuación de las autoridades de la alcaldía, de imponer a la ciudad esa nueva historia que han dado por llamar “insurgente” en oposición a la conservación y defensa de nuestra memoria histórica a lo cual todos nos debemos.

         En este sentido he referir que durante los años que ejercí mis funciones como cronista de la ciudad, viene adquiriendo importantes textos históricos que alcanzan unos trescientos (300) títulos, conformando una biblioteca especializada sobre la historia de la ciudad, cuya intención era y sigue siendo, donarla al Ilustre Concejo Municipal, una vez que dejara mis honrosas funciones como cronista. Se podrá comprender, que ello por ahora sería un verdadero despropósito, hasta tanto no se aclare mi situación; pero muy especialmente, al hecho que no se puede legar este tesoro bibliográfico a unas personas que han manifestado públicamente su desprecio por la historia de Caracas y a todos quienes, de alguna forma, hemos escrito sobre su interesante pasado. Del mismo modo dada mi condición de profesor de la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela, fomenté el estudio del pasado caraqueño en mis estudiantes, tanto en los niveles de pregrado como de postgrado, lo que resultó con los años que adquiriera cerca de un centenar de tesis de grado de ambos niveles, referidas desde luego a la historia de la ciudad de Caracas. Dicho de otra manera, tales estudios complementan sobradamente el valor y utilidad que tiene entonces la biblioteca especializada con estos aportes de los egresados universitarios. Me preocupa hondamente, el destino que ahora puedan darle a esa joya patrimonial que conforma el Archivo Histórico Municipal de Caracas, pues existe el rumor que este patrimonio documental de extraordinario valor y utilidad, pueda ser transferido a otra institución, basado en el principio de desprecio que tienen las actuales autoridades municipales por el pasado de nuestra ciudad. Durante mi gestión como cronista de Caracas, se elaboró por nuestra iniciativa una Ordenanza de Archivo Histórico muy avanzada en la materia, pero por los planes que se venían tejiendo, así como la poca utilidad que podía tener el corpus documental que se resguarda para el interés de las autoridades ya radicalizadas, no se ejecutó esta ordenanza. Por demás, evitaron en lo posible darme la autoridad o competencia en esta materia, debido a mi franca oposición con los planes de cambiar la historia de la ciudad como ha quedado ya referido. El archivo histórico a mi salida estaba además debidamente organizado e indexado, creándose como producto de esa labor profesional, nuevas secciones documentales lo que incluyó al archivo fotográfico, obviamente disminuido por los abusos cometidos por algunas autoridades en el pasado. Hubo también un estoico esfuerzo por rescatar los documentos históricos de un depósito de la alcaldía ubicado en el edificio Las Tinajitas en la Avenida Sucre; no obstante, pese de advertir a la Secretaría Municipal y demás autoridades la importancia y perentoriedad de rescate de ese patrimonio de los caraqueños, nada en concreto obtuve de quienes tenían el deber de respaldar esta iniciativa de defensa y protección de nuestro patrimonio documental.

          En el curso del primer semestre del año que está por concluir, sometí una cuidadosa revisión dos de los tres trabajos de investigación que había realizado para la celebración de los 450 años de la fundación de la ciudad. Dichos trabajos no fueron publicados como tampoco nada fue celebrado en tan magna fecha para los caraqueños. Se impuso lo que he venido denunciando en estas páginas; es decir, el odio a nuestra historia por razones mezquinas e ideológicas. Las monografías en cuestión tienen por título.” Las efemérides caraqueñas: Santiago, San Simón y el Día de Caracas” y “La Casa de la esquina de Las Gradillas, un vínculo de historia con nuestro Libertador. El primero de los trabajos indicados, aunque fue minuciosamente revisado en busca de los infaltables “gazapos”, fue necesariamente ampliado con nuevos datos que fueron apareciendo luego de haber concluida la investigación. Esta ampliación desde luego resulto muy beneficiosa para consolidar el conocimiento que consideramos habíamos logrado en su boceto inicial; estas tres festividades publicas relacionadas con la historia de la ciudad, son las más relevantes y longevas que se hayan realizado en la ciudad, pues de alguna manera aún son celebradas por los caraqueños lo que refuerza su identidad histórica y cultural. En el Caso de la Casa de Las Gradillas, no era otra que la única propiedad de importancia que tuvo el Libertador en su ciudad natal, la cual, pese a su importancia, fue un tanto relegada del interés de los historiadores que sólo la tomaban con un sentido un tanto anecdótico sin precisar su verdadero significado histórico. Logramos en este particular reconstruir el origen de esta importante morada desde sus inicios en el siglo XVII hasta que comenzó a ser propiedad de los Bolívar, específicamente de la tía del futuro Libertador Luisa Bolívar. Esta propiedad tuvo interesantes destinos a comienzos del siglo XIX hasta llegar a su medianía que es cuando pasa a manos de diferentes dueños hasta desaparecer totalmente sus cimientos para darle paso a casas y locales comerciales. Sobre su original solar donde fue emplazada, desde los años cincuenta del pasado siglo XX, se encuentran los edificios de oficina que en su momento mandara a construir el señor Víctor Mendozza.  Otra información que bien valdría la pena reseñar acá, es el trabajo de investigación que originalmente denominamos “De las Casas Capitulares al Palacio Municipal: Siglos XVI-XX,” el cual fue concebido para fines divulgativos. Pese a lo adelantado que se encontraba esta investigación, no fue posible editarla por la intempestiva salida de mi persona del cargo de cronista oficial de Caracas, como además el ex profeso veto que existía a mis trabajos de investigación histórica. Como quiera esta es un tema y una promesa que no ha sido olvidada, pues los caraqueños deben saber dónde estuvieron a lo largo de los siglos de historia de la ciudad, las diversas edificaciones que han servido de sede al Ayuntamiento para construir la historia de  Caracas, sobre todo luego del pavoroso terremoto del 26 de marzo de 1812 que destruyó buena parte de la ciudad y el Concejo Municipal anduvo por décadas como un paria alquilando casas para poder realizar sus sesiones o reuniones de trabajo. Es una palabra es un tema histórico que hemos ya resuelto en buena parte de sus incógnitas. Abrigamos la esperanza que podamos en breve tiempo retomar esta investigación para concluirla en términos satisfactorios como siempre ha sido nuestro propósito. Las Actas del cabildo de Caracas cuyo acuerdo de transcripción y publicación corresponde a 1942 con motivo del Centenario del traslado de los restos mortales del Libertador a Caracas, no serán más publicadas. A mi salida aguardaban su edición los tomos correspondientes al último tercio del siglo XVII con el correspondiente prólogo del Cronista de la Ciudad. Lo mismo debe decirse, lamentablemente, con la publicación de la emblemática Revista Crónica de Caracas que se aproximaba a su número cien en una larga trayectoria como órgano de difusión por excelencia de la historia y la cultura caraqueña que comenzó a circular en 1951. 

           Llegado el mes de julio del año 2019 y en el marco aniversario de la fundación de la ciudad, fui gratamente invitado por instituciones universitarias y organizaciones vinculadas a la actividad cultural, como también a diversos programas de radio y prensa escrita. En este orden, el Rectorado y la Dirección de Cultura de La Universidad Nacional Abierta, tuvo la cortesía de designarme orador de la Cátedra Mario Briceño Iragorry, cuyo propósito es divulgar, anualmente a través de la cátedra, un tema de interés para para el ámbito académico. En esta oportunidad me intervención consistió en presentar una ponencia titulada: “Historia de la Ciudad de Caracas: Una necesaria Reflexión”. Este evento tuvo efecto en la sede central de la universidad el 22 de julio. Con esta finalidad asistimos como participantes en el la charla organizada por la organización Catia Posible, a los efectos de hacer llegar algunas opiniones sobre la historia de la populosa parroquia Sucre al público que se hizo presente en esta convocatoria, el cual fue previsto en este mes de julio. Del mismo modo la organización Frente Norte de Caracas y otras organizaciones vecinales que se dieron cita en el auditorio de la Asociación de Profesores Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, tuvimos ocasión de debatir sobre la defensa de los símbolos patrimoniales de la ciudad, específicamente con respecto a su escudo e himno que fueron objeto por parte de la Alcaldía de Caracas, de actos denigrantes que atentan contra su valor histórico y cultural en la ciudad, buscando sustituirlos por otras propuestas que nada tienen que ver con nuestra identidad. Allí pues se tuvo la oportunidad de denunciar esta amenaza dando respuesta concreta a estas pretensiones devenida, cuesta creerse desde las propias instancias de la Alcaldía de Caracas. De la misma manera intervine en el simposio sobre historia de Caracas organizado por el Escuela de Comunicación Social de La Universidad Católica Andrés Bello. Junto a otra panelista tuve la honrosa oportunidad de charlar en torno a una cuestión que intitulé: “El Dilema de Caracas en los tiempos reciente: Nuevos paradigmas ideológicos de la historia de la ciudad y los asechos del poder.” Allí traté de poner en claro cuál es el propósito de las instancias de poder político gubernamental de cambiarle la historia a Caracas y como la conciencia histórica de los caraqueños a reaccionado en casos de amenazas de su pasado memorable.

          En los casos de los medios de comunicación que se han interesado por algunos asuntos puntuales sobre la defensa de los símbolos históricos de la ciudad, así como en la celebración del Día de Caracas, acudí gustosamente a las entrevistas surgidas de esas circunstancias. Así atendimos los llamados del Circuito Unión Radio en los programas, respectivamente de Eduardo Rodríguez Giolitti, Román Lozinski, Gladys Rodríguez; también y más recientemente con los dos primeros de los señalados, también atendimos gustosos programas realizados con respecto de la tradición navideña en Caracas. Tuve el gusto de compartir en el programa especial sobre la ciudad de Caracas realizado en el mes de julio por la periodista Sonsiré Luna Da silva.  Invitado por las conductoras del programa en Radio Capital de Caracas Vuelta y Vuelta, de la profesora y arquitecta María Teresa Novoa y la periodista Faitha Nahmens, tuvimos ocasión de conversar sobre diversos temas de la historia de la ciudad que fueron por ejemplo sobre la figura y papel del Cronista de la Ciudad en sus ochenta años de actuación en el Concejo Municipal de Caracas; historia de las parroquias, las tradiciones caraqueñas; la Navidad en Caracas, entre otros temas de interés con estas gentiles e inteligentes damas que hacen una labor encomiable a diario desde los estudios de Radio Capital.   
    
          En la celebración del duodécimo quinto aniversario de las parroquias de San Bernardino y San Pedro al Norte y Sur de Caracas, tuvimos la grata invitación de ser invitados para compartir opiniones sobre la historia e identidad cultural de esas identidades parroquiales. Es así con respecto a lo primero, como compartimos una mesa de exposición el doctor y municipalista Don Carlos Rodríguez, la profesora universitaria y arquitecto María Teresa Novoa y mi persona, para hablar al nutrido grupo de vecinos que se dieron cita en un salón anexo a la iglesia parroquial de San Bernardino. El debate a mi juicio, fue interesante al mostrar los antecedentes históricos del llamado sitio de Anauco, la hacienda San Bernardino y luego a la urbanización que con el mismo nombre de San Bernardino en 1939 posibilitó en 1994 la creación de esta importante y bella parroquia desde el punto de vista histórico, arquitectónico y urbanístico. Respecto a la parroquia de San Pedro, la cita fue en el Centro de la Diversidad Cultural a la que le sirve de sede la hermosa casa de estilo colonial que perteneció y donó a nuestra cultura el recordado ingeniero caraqueño Ricardo Zuloaga. Allí pues además de referirnos brevemente sobre la importancia del evento del establecimiento de la parroquia, pudimos compartir un excelente recital y degustar un delicioso aperitivo que fue ofrecido por las asociaciones de vecinos que dieron con sus luchas inclusivas, la creación de la parroquia hace veinticinco años. 

          En el mes de octubre fue muy particular para quien suscribe estas líneas, pues con la ayuda de mi hija logramos crear el blog; clioencaracas.blogspot.com. Es este medio digital como se expresa en su nota editorial, se busca divulgar y avivar el debate sobre el pasado caraqueño en términos científicos y cordiales con los lectores interesados. Al cierre de año y con la brevedad que cabe suponer noventa días, fueron publicados catorce trabajos sobre nuestra historia que están disponibles. Comenzamos esta zaga que juzgamos de interés con el ensayo:” El Archivo Histórico de Caracas: Una joya Patrimonial” pues al igual que los signos históricos patrimoniales de la ciudad, se encuentra actualmente en una situación de indefensión ante la arremetida o asecho de las actuales autoridades de la Alcaldía y el Concejo Municipal del municipio Libertador. Luego fuimos incluyendo gradualmente ensayos o artículos, donde abordamos una variedad de temas que van desde el polémico Guaicaipuro histórico hasta por ejemplo la inclusión de leyendas caraqueñas como El Silencio o la díscola figura de Saturnino que supuestamente predijo el primer terremoto de la ciudad en 1641; además exponer el afamado evento de La Delpineada, cuyo protagonista fue Francisco del Pino y Lamas, locuaz poeta del barrio del Guarataro, dedicado a la confección de sombreros en la ciudad. También fue objeto de atención la niñez y la adolescencia caraqueña en un artículo que denominemos: “La Edad de la Inocencia” donde se busca elaborar un lienzo, inconcluso, de todos los niños de la sociedad colonial; o bien el ensayo “El Fogón y la leña” donde se explica que importancia que rápidamente hubo de tener en la historia de Caracas en uso de tales recursos salidos del bosque el uno y de la cocina el otro. En fin fueron trabajos que, de alguna manera, trato en estos esfuerzos iniciales, que  sean una ventana al conocimiento no sólo de la historia analítica u objetiva tratada con rigor critico; también es nuestra intención incluir nuestras costumbres, tradiciones y hasta las anécdotas de personajes y sucesos, que hicieron de esta ciudad de Caracas, un crisol para la historia, no sólo local o nacional al ser la capital de la república, también a los niveles continentales a partir del siglo XVIII con la exportación de su muy acreditado cacao, sin dejar de mencionar el hecho universal que Caracas fue el sitio de nacimiento de dos figuras paradigmáticas para la historia: Simón Bolívar y Francisco de Miranda.

          Estas son algunas de las actividades que realice en este año que culmina de 2019, dejando pues testimonio que sigo activo e interesado en el conocimiento y divulgación de nuestra historia, pese a que fui separado del cargo de cronista oficial de la ciudad, reitero, de una forma ilegal y absolutamente impropia por las autoridades del Concejo Municipal, al presentar una decidida oposición al proyecto que pregona la actual alcalde de buscar imponer la supuesta “historia insurgente”, encargada de la ilusoria empresa de “descolonizar el pensamiento”. El pasado o la historia de la ciudad de Caracas es una sola a la cual no hay que quitarle una coma a lo ya acontecido y estudiado. Por el contrario, hay que fomentarla en cuanto a una mayor y más profunda reflexión en términos positivos, en procura de fortalecerla como conocimiento y, en consecuencia, esa historiografía hará su parte integradora del conjunto de todos los elementos que forman nuestra caraqueñeidad, cincelada y moldeada en el discurrir de cuatro y medio siglos de fecunda existencia.

              A todos gracias, deseándoles un venidero año 2020 más esperanzador. Yo continuaré en mi oficio de comprender más el complejo pasado de esta ciudad, para compartirlo con los caraqueños que sientan interés y afecto por la ciudad. Nuevamente gracias a todos.  


               

En la ilustración, Simón Bolívar en su secreter. Realizada por el arquitecto Gabriel García, para la edición final -no publicada- del ensayo histórico sobre la Casa del Vínculo de la esquina de Las Gradillas en Caracas. 


Guillermo Durand González.
VI Cronista de la Ciudad. 

Comentarios

  1. Alexis eso es ser venezolano y además ser un mejor caraqueño,te felicito y aprecio mucho

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