HORROR EN LA PLAZA LAS TRES GRACIAS: EL DESPRECIO OFICIAL POR LA CARAQUEÑIDAD

    Como anticipándose al cumpleaños de la ciudad (25 de julio) con un obsequio ciertamente opuesto a los afectos humanos, alguien encumbrado en lo más alto de las instancias del poder local, pero rumiando en una ignorancia que se hace abyecta en propósitos y consecuencias, ordenó el pasado 18 de julio, el talado de los sauces llorones que desde hace más de medio siglo, solazaban el espíritu de los caraqueños con su peculiar follaje y esbeltez en la Plaza de Las Tres Gracias. 

"Creando un paisajismo embellecido por las refinadas figuras de unas ninfas, que simbolizan la comedia, la inteligencia y la alegría, que conocemos bajo los nombres de Talía, Aglaya y Eufrosine. Es decir, son ellas Las Tres Gracias de la mitología griega que Antonio Canova (1757-1822), inmortalizó en el mármol, y cuya emblemática copia la tenemos gracias al talentoso escultor italiano Pietro Ceccarelli, que la hizo hacia 1927"

    Esos sauces armonizaban con el espejo de agua de la referida plaza, creando un paisajismo embellecido por las refinadas figuras de unas ninfas, que simbolizan la comedia, la inteligencia y la alegría, que conocemos bajo los nombres de Talía, Aglaya y Eufrosine. Es decir, son ellas Las Tres Gracias de la mitología griega que Antonio Canova (1757-1822), inmortalizó en el mármol, y cuya emblemática copia la tenemos gracias al talentoso escultor italiano Pietro Ceccarelli, que la hizo hacia 1927 cuando trabajaba en la ciudad haciendo encargos para perpetuar la memoria de lo sublime de la vida como de su recuerdo una vez extinguida, con bustos y monumentos funerarios de subidos quilates en perfeccionamiento y refinación artística.

    Las Tres Gracias le da nombre a la apacible placita que fue inaugurada oficialmente como de Bellas Artes en 1946, cuando comenzaba a cobrar auge la aún no concluida urbanización de Los Chaguaramos, que se abría paso como una moderna zona residencial para la prospera clase media, conformada por caraqueños afortunados y una buena oleada de extranjeros provenientes especialmente de España e Italia, aventados por los estragos de la Segunda Guerra Mundial. El grácil monumento de las diosas griegas, desde entonces impusieron su nombre, reiteramos, al escogido por los urbanizadores privados; cambio inconsulto que ya era casi una tradición de la ciudad, pues como ejemplo, lo mismo había acontecido con la cercana avenida Victoria, cuyo nombre fue un homenaje tributado por Caracas al fin de la conflagración mundial: pero más tarde por razones políticas y a la vez históricas, las autoridades de la dictadura militar perejimenista, la cambiaron por el de avenida Medina, en memoria del fallecido presidente Gral. Isaías Medina Angarita. También podría mencionarse el caso del parque de Los Caobos, que oficialmente lleva el nombre de Sucre en homenaje al Centenario del fallecimiento del Mariscal Antonio José de Sucre, conmemorado en 1924; pero además está el caso de la plaza Madariaga, que fue puesta en servicio en 1910 bajo el de nombre de plaza 19 de Abril, como tributo a la memorable fecha de independencia que cumplía para entonces su Centenario.

    En cuanto al proyecto de la plaza, se afirma que fue elaborado por el arquitecto catalán Josep Mimó Mena, bajo el auspicio del recordado mecenas de las artes y empresario inversionista de la urbanización de Los chaguaramos, Armando Planchart, quien dejó para la ciudad su emblemática casa conocida como Quinta El Cerrito en Colinas de San Román. Este proyecto incluía espejo de agua, la colocación de la referida escultura de Las Tres Gracias, como también cipreses supuestamente traídos del extinguido Cementerio de Los Hijos de Dios al Norte de la ciudad en la parroquia San José. Mis dudas al respecto son, porque para entonces (1946) el recién nombrado primer Cronista de la Ciudad, Enrique Bernardo Núñez, en su lucha por conservar aquella sagrada reliquia, denunciaba para la fecha el haberse talado los cipreses del cementerio1. En la ciudad de Caracas, estos árboles habían cobrado notoriedad desde finales del siglo XVIII, cuando se levantó el Oratorio de San Felipe Neri, por la iniciativa del padre Pedro Ramón Palacios y Sojo, fundador de los estudios musicales en la ciudad, como también del café en su hacienda de Blandín. Los hermosos cipreses que existieron en la plaza del oratorio y que podían verse desde casi todos los lugares de Caracas, le dieron nombre a la tradicional esquina del mismo nombre en el centro de la ciudad, sin un recuerdo digno al padre Sojo. Antes estuvo en ese sitio el busto de Henry Clay; ahora la “efervescente revolución” puso allí la de Alí Primera, que podría estar en cualquier parte de la parroquia El Valle, menos en ese lugar tan lleno de recuerdos de la historia de la ciudad.

"También se señala el haberse traído de Argentina unos sauces llorones para plantarlos en la placita de Las Tres Gracias, sin dar ningún tipo de explicación. Lo más probable es que tales sauces, fuesen de cualquier parte de la propia ciudad de Caracas"

    También se señala el haberse traído de Argentina unos sauces llorones para plantarlos en la placita de Las Tres Gracias, sin dar ningún tipo de explicación. Lo más probable es que tales sauces, fuesen de cualquier parte de la propia ciudad de Caracas, porque debemos recordar que, desde el último tercio del siglo XIX, el Ilustre Americano el Gral. Guzmán Blanco, los mandó a plantar en el Cementerio General del Sur, que reunía los mayores adelantos en materia de inhumación de cadáveres, y esta fue la razón de la siembra de los sauces llorones en el campo santo que permitía la entrada de la luz del sol, evitando prolongada humedad en las tumbas y consecuentemente la putrefacción lenta de los cadáveres. Recordemos que el siglo XIX la teoría de las miasmas, prevalecía como explicación a las epidemias que azotaban la salud de las personas, a consecuencia del aire contaminado que supuestamente se respiraba; de allí el interés de sembrar tales arboles incluyendo los sauces llorones que, con el mismo motivo, fueron profusamente plantados en el Cementerio de Los Hijos de Dios en 1853 que sería inmediatamente clausurado con la puesta en servicio del camposanto del Sur de la ciudad en 1876. Lo que se desprende de todo este cuento, es que la ornamentación de la plaza de Las Tres Gracias, desde un primer momento en su historia estuvo vinculada a estos tradicionales árboles, prevaleciendo el de los sauces llorones hasta que, parafraseando el insigne poeta Andrés Eloy Blanco, una mano hartera cortó los sauces llorones del Señor de la plaza Las Tres Gracias.

    De las muchas opiniones que por las redes sociales se difundieron sobre la lamentable pérdida de los sauces, especialmente organizaciones estudiantiles de las UCV., alguien señaló que la política oficial estaba empeñada en acabar con nuestra identidad histórica. Eso se comparte plenamente, puesto que, desde las altas esfera de la Alcaldía de Caracas, se pretende cambiar nuestro pasado con supuestos héroes “invisibilizados por la labor historiográfica de los historiadores desde el siglo XIX”, intentando ahora implantar una “nueva historia” encaminada, supuestamente, a “descolonizar el pensamiento” sustituyendo la verdad del pasado de la ciudad, por mentiras ideológicas dirigidas especialmente a los sectores populares. Con estos actos negligentes como el acontecido con los sauces llorones de la plaza de Las Tres Gracias, también se busca, podría decirse, ajustar cuentas con todo lo bello del pasado caraqueño, pues algo debe hacerse para llamar la atención, aunque fuese una acción infame como la atribuida al Emperador Nerón, de quemar a la ciudad de Roma.

    Pensaron los perpetradores del crimen, inútilmente, que los caraqueños y los parroquianos de San Pedro, se iban a quedar de brazos cruzados y sus voces enmudecidas. Todo lo contrario, como un caudal de un río embravecido que desemboca el mar, por las redes sociales se dejó escuchar el parecer indignado, repudiando contundentemente el ecocidio cometido contra los sauces, porque ellos no solamente estaban sembrados en la apacible placita de Las Tres Gracias, sus raíces se hallan profundamente arraigadas en la conciencia y corazones de todo aquel que tiene derecho a sentirse caraqueño y en consecuencia de disfrutar a plenitud su ciudad.


1 - Enrique B Núñez. “El Cementerio de Los Hijos de Dios” en: Figuras y estampas de la antigua Caracas. pp.4549.


Guillermo Durand G.

VI Cronista de la Ciudad de Caracas.



Esplendida fotografía de la plaza de Las Tres Gracias con la imagen de las Míticas Diosas de Comedia, la Inteligencia y la Alegría, en medio del espejo de agua y el hermoso follaje de los sauces llorones y otras plantas ornamentales. Fuente: https://www.ecopoliticavenezuela.org/2020/07/17/repudio-ante-tala-de-sauces-llorones-de-la-plaza-las-tres-gracias-en-caracas/


Los sauces llorones reflejados en el lago artificial. Fuente: https://www.ecopoliticavenezuela.org/2020/07/17/repudio-ante-tala-de-sauces-llorones-de-la-plaza-las-tres-gracias-en-caracas/


Fuentes consultadas:

Enrique Bernardo Núñez. Figuras y estampas de la antigua Caracas. Caracas. Monte Ávila ediciones, Colección Tradiciones, Edit. Arte, 1991

Fuentes digitales:

El Nacional. (2020, July 18). Talaron los sauces llorones de la plaza Las Tres Gracias de Caracas. Retrieved July 21, 2020, from https://www.elnacional.com/venezuela/un-vulgar-ecocidio-talaron-los-sauces-llorones-de-la-plaza-las-tres-gracias-de-caracas

Fundación Arquitectura y Ciudad. (2018, July 11). 1946 - Plaza de Bellas Artes (actual Plaza Las Tres Gracias). Retrieved July 21, 2020, from https://fundaayc.wordpress.com/2013/10/26/1946%E2%80%A2-plaza-las-tres-gracias/

Memoria cultural.(2020, July 18). Repudio ante tala de sauces llorones de la Plaza Las Tres Gracias. Retrieved July 21, 2020, from http://caracaspatrimonial.blogspot.com/2006/07/esquina-de-cipreses.html

Tres Gracias en Caracas. Retrieved July 21, 2020, from https://www.ecopoliticavenezuela.org/2020/07/17/repudio-ante-tala-de-sauces-llorones-de-la-plaza-las-tres-gracias-en-caracas/

Tres Gracias en Caracas. Retrieved July 21, 2020, from https://www.ecopoliticavenezuela.org/2020/07/17/repudio-ante-tala-de-sauces-llorones-de-la-plaza-las-tres-gracias-en-caracas/

Plaza Las Tres Gracias. (2016, August 20). Retrieved July 21, 2020, from https://iamvenezuela.com/2015/09/plaza-las-tres-gracias/




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